viernes, 16 de marzo de 2007

El contrato 5ª parte

La mujer que se acercaba a mi a paso ligero y que me había llamado desde la puerta, era una preciosidad pelirroja, con firmes caderas, hermosos pechos y juraria que hasta aires de nobleza. Tenia no obstante el ceño extrañamente fruncido, y me miraba como si le debiera dinero. Rapidamente busque entre mis recuerdos de que conocia yo a aquella mujer, pues era claro que al menos ella me conocia a mi. Tras indagar durante unos segundos, y esforzándome tanto que la frente se me empezo a perlar de sudor, al intentar vanamente rememorar noches de borrachera y parranda. Quizas se tratara de alguna de mis conquistas.... Los dioses no lo quieran ¿Estaria en cinta por mi culpa? No, jamas olvidaria el haber compartido lecho con una belleza tal como la que se aproximaba.

Pero la muchacha tenia un andar que me llamo la atencion, primero pense que ese insinuante bamboleo de caderas era propio de una ramera. Pero realmente revelaba la leve cojera de la joven, una cojera que yo había observado antes y me hizo entender quien era realmente ella.

- Marcela....-Dije asombrado- Por un segundo has logrado engañarme, la repugnante habilidad de los tuyos para cambiar de aspecto, jamas dejara de desconcertarme.
- Ahorra tu saliva- Dijo la replicante ofendida, parecia bien claro que a ella no le hacia demasiada gracia el tener que hablar conmigo. Aunque por otro lado, si venia a mi, significaba que necesitaba ayuda. ¿Qué demonios iva a querer ella excepto ayuda?- He de decirte que lo que te voy a decir no me agrada, mas alguien parece valorar tus servicios de una manera especialmente notoria.
- No me digas- Puse mis pesadas botas de cuero sobre la mesa, la cual parecio quejarse al notar el peso extra- Necesitas ayuda para un trabajo, para el cual tus escasas habilidades no son suficientes para cumplirlo. Si quieres mi ayuda, se al menos educada y sientate muchacha atolondrada.

Su falsa cara se prendio de rubor cuando le increpe, parecia que el color de sus mejillas se iva a tornar tan rojo como el de su cabello. Se detuvo en seco y tras un largo bufido con el que saco todo el aire de su pecho, tomo una silla frente a mi decididamente y se sento sin apartar su mirada de mis ojos.

- A la gente que entra por esa puerta insultandome, suelo darle tal palera que salen corriendo pidiendo disculpas- Le dije seriamente, mientras me cruzaba de brazos- Eres demasiado temperamental, el color de tu pelo cambia tan rapido como tu humor. Y eso no es agradable, mas aun cuando vienes a pedirme ayuda.
- Yo no quiero tu ayuda, Caliban- Me respondio- Pero parece que has impresionado a la vieja Agata y quiere que trabajemos juntos.
- Agata....-Esa bruja parecia tener un especial sentido del humor- Si Agata me busca a mi, es porque el trabajo que quiere endosarte es claramente uno suicida. Seguro que es una artimaña para obligarme a pagar el dinero que le debo. Despues de que le rompi las piernas del ultimo rufian que envio para que pagara mis deudas.
- Ja ja ja ja- Marcela rio de repente- ¿Tu tambien le debes dinero? Empiezo a pensar que tienes razon y lo que quiere es vernos muertos y colgados de los acantilados.
- De todas maneras- Trate de llevar la conversacion hacia caminos mas productivos- ¿Cuál es ese trabajo que quiere que realicemos y que te ha obligado a tener que compartir mesa con alguien tan...”desagradable” como yo?
- Quiere que le consigamos un Dragon- Dijo Marcela- Una estatua con forma de Dragon que alguien ha traido de ultramar. Pero la vieja se niega a decirme nada mas, quiere que vayamos esta noche a su casa para contarnos todo lo que sabe sobre el asunto. No se fia de mi.
- Y hace bien en no fiarse, aun recuerdo cuando le quitaste a tu ultimo socio aquel diamante tan grande que robasteis a un Kundarak- La señale con el dedo- Lo denunciaste a la guardia y tu te quedaste con el botin. Tu lealtad cambia tanto como tu cara.
- Ese “socio” intento matarme para quedarse para si todo el pago- Apreto los dientes furiosa mientras apartaba mi dedo de un empellon- Solamente volvi su jugada contra el.
- Si queria matarte, haberle matado tu a el, Marcela- Le dije- Solamente un asqueroso confite llama a la Guardia para que arreglen sus problemas.
- Claro que si, se me había olvidado que Caliban, lo arregla todo con sangre- Me sostuvo la mirada mientras me seguia hablando- ¿Todo se puede arreglar a golpe de espada verdad? No me extraña que sigas pudriendote aquí en esta taberna, esperando el dia que alguien mas habil que tu te raje como un cerdo desde el ombligo hasta el pescuezo.
- Yo tengo mi codigo, y el punto mas importante de ese codigo es arreglar tu mismo todos tus problemas- Esa replicante era una rata cobarde- Si ha de ser con sangre, que sea. Pero nunca me veras correr como una comadreja huidiza a adular a un guardia con tal de quitarme un estorbo de en medio.
- Lo dicho es un milagro que sigas vivo, o mas que milagro, falta de arrestos a meterte en negocios verdaderamente serios- Contiunaba insultandome y yo barajaba la idea de romper un punto de mi propio codigo: Jamas pegar a una mujer.- Tuviste oportunidades de unirte a los mejores gremios, pero tu preferiste seguir trabajando por tu cuenta y engordando el trasero aquí sentado.
- Al menos yo no tengo que rendir cuentas a nadie cada vez que cobro una pieza, me gusta no tener mas señor sobre mi que los propios dioses.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmmm ¿he de decirte que lo que te voy a decir...? mmmm ¿se te jodio el diccionario de sinonimos del word? XD
Por cierto ¿que es esto. La version Eberron del Halcon Maltes?